jueves, 10 de abril de 2014

LEE MORGAN: "CITY LIGHTS" (1957) The Rudy Van Gelder Edition

 Música:  9     
 Sonido:  8.5   
 Portada: 7     

 Favorita:  b"Tempo de waltz"

Grabado en Van Gelder Studio, Englewood Cliffs, Nueva Jersey el 25 de Agosto de 1957

Discográfica: Blue Note 
(BLP 1575) 37:19 (Estéreo)
Productor: Alfred Lion
Portada: Reid Miles
Fotografía: Francis Wolff

Remasterizado por Rudy Van Gelder en 2006



Lee Morgan: Trumpet  Curtis Fuller: Trombón  /  George Coleman: Saxo alto y tenor  /  Ray Bryant: Piano  /  Paul Chambers: Bajo  /  Art Taylor: Batería   

Si no fuera por todo lo que vino después, sería realmente difícil creer que esta maravilla fue grabada por un mocoso de 19 años. Porque eran exactamente los que tenía el gran Lee Morgan cuando lideró las sesiones de este su ¡sexto! disco. Corrían años de rápido aprendizaje junto a su padrino de entonces, Dizzy Gillespie. Y aquí tiene además la inmensa suerte de contar con los arreglos de Benny Golson en los cinco cortes, que también acredita la autoría de tres de ellos. Los chicos de la banda que arropa al jefe incluye a músicos de primera fila (anécdota: George Coleman comenzó con B.B.King y terminó con Miles Davis. Toma salto mortal)

Con fulgurante urgencia disparan el tema del mismo nombre: "City lights" nos coloca de lleno en alguna de las calles más ajetreadas de Manhattan (las notas de la época apuestan por Broadway) Paul Chambers recurre al arco para moldear con su contrabajo unas pocas notas introductorias. Y a esto le sigue un desenfreno de solos que van y vienen en picado. Esta vez la favorita ni siquiera es un tema de jazz. A Strauss le hubiera gustado "Tempo de Waltz", la interpretación que hace un sexteto negro de una música pensada por y para blancos. Maravillosa, salta de la improvisación a la parte ensayada con quirúrgica precisión. "You´re mine you" es un blues sofisticado en el corazón de una jam session, y "Just by myself" despliega todo el encanto del hardbop apoyado sobre un efectivo arreglo de Benny Golson. Y a estas alturas es cuando el trabajo de trombón de Curtis Fuller alcanza el cénit, para terminar en la apoteosis de "Kin Folks", entre lo mejor de los 37 minutos de "City Lights" (que no ofrecen ningún extra, pero se ven compensados por una calidad final que deja un buen sabor de boca)

El diseño de la carpeta es anacrónico, pero refleja muy bien el latir de la gran ciudad. La fotografía de Wolff es diseccionada a conciencia y sin piedad en un collage de neones y oscuridad. La utilización de la tipografía es funcional y visionaria. Reid Miles tenía ideas suficientes como para no repetirse casi nunca, y esta portada no se parece a ninguna otra de su abultado catálogo.

¿Y Mr. Van Gelder, tuvo un buen día aquel 25 de Agosto de 1957? Los oidos nos dicen que sí. En la noche de los tiempos, cuando la automatización no existía y no se podía tratar de forma distinta cada fragmento, había que afinar al máximo. En este disco hay momentos que rozan la perfección junto con otros que se quedan en el simple excelente. Esta remasterizanción a veces se pasa de potente, y los agudos de los platos silban en ciertos pasajes. Aunque advierto que hay que concentrarse mucho para darse cuenta, porque la música roba casi toda la atención. Y más si dejas tu habitación a oscuras para que se ilumine con el resplandor de las luces de neón de la gran ciudad. El jazz siempre suena mejor de madrugada.

(Todas las audiciones de Viva Van Gelder se realizan a partir del CD original) 

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