viernes, 7 de febrero de 2014

HANK MOBLEY: SOUL STATION (1960) The Rudy Van Gelder Edition

 Música:  9.5 
 Sonido:  9   
 Portada: 8.5 

 Favorita:  b"This I dig for you"

Grabado en Van Gelder Studio, Englewood Cliffs, Nueva Jersey el 7 de Febrero de 1960
Discográfica: Blue Note 
(BLP 4031) 37:31 (Estéreo)

Productor: Alfred Lion
Portada: Reid Miles
Fotografía: Francis Wolff

Remasterizado por Rudy Van Gelder en 1998


Hank Mobley: Saxo tenor  Wynton Kelly: Piano  Paul Chambers: Bajo  /  Art Blakey: Batería 


Bilbao, 2001. Me encontraba en una conocida (y por supuesto ya desaparecida) tienda de discos dispuesto a cometer esa tropelía y cuasi estrambótica acción que supone comprar un cd. Sí, pertenezco a esa fauna de tarados oligofrénicos que con sólo acercarse al escaparate ya saliva y fantasea con los tesoros imposibles que va a encontrar en el interior. Demencial.

Pero centrémonos: Sección de jazz, profusión de tipos de mediana edad de aspecto sospechoso y mirada furtiva. Yo sostenía un disco en la mano, cuando se acerca un sujeto de gabardina, gafas de pasta a lo Franco Battiato, y susurra: "Píllatelo, ni se te ocurra irte sin él... es fundamental, una piedra angular del jazz, sería un error no comprarlo". Yo miro hacia los lados. Sí, me estaba hablando a mí. Y no sé por qué, pero cuanto más bizarro es el tío que la dice, más sensata me parece una frase. Y me lo compré, claro.

El disco era éste: "Soul Station" de Hank Mobley, RVG edition, album de rácano minutaje, sin tomas alternativas ni extras, que me hubiera pillado de todas formas por su tremendísima portada. Uf, qué bueno es este disco. Vamos allá.

¿Un emparedado de jamón ibérico? Marchando

Podríamos describir este, el mejor trabajo de Hank Mobley, como un suculento emparedado (los modernos lo llamarían sandwich) de jamón ibérico, por ejemplo. Y sin aditivos. Nada de salsas guarrindongas, nada de cocina creativa, nada de caraduras vanguardistas enmascarando el sabor. Y parece una metáfora chorra, pero la voy a justificar.

En este album hay seis cortes, todos sobresalientes. El que abre y el que cierra son versiones ("Remember" y "If I should lose you") que hacen las veces de dos rebanadas de excelente pan artesano. En medio, Mobley ha colocado toda la carne, firmando cuatro temas propios de los que de verdad alegran el paladar. El estilo de Hank no tiene nada de transgresor, todo lo contrario. Si eres capaz de hacer un disco así, no necesitas ser transgresor, ni "reinventar el jazz", ni nada por el estilo. Y ahí están esas cuatro rodajas del mejor jamón ibérico a pelo, sin aditivos, porque sobran. Si acaso impregnadas de un buen chorrito de swing. Es un trabajo tan sincero y acertado que Mobley prescinde hasta de la trompeta. No hay metales,  excepto su saxo y él solos ante el peligro. "This I dig of you" es absolutamente perfecta, maravillosa, sobrecogedora. Momentazo jazz insuperable para pinchar una y mil veces. "Dig dis" prolonga la emoción, mientras que "Split feelin´s" optimiza al máximo la muy bien engrasada sección rítmica. "Soul station" es una reinterpretación muy afortunada de un clásico blues de 12 compases (muy rollo club de striptease, pero en plan elegante)

Hank Mobley tocó con lo más selecto del movimiento Hard bop, formó parte de los primeros Jazz Messengers, y sustituyó a Coltrane en la formación de Miles Davis. Y entre medio todo lo que se os ocurra.
  
Los músicos que le acompañan en "Soul Station" tienen buena culpa de los brillantes resultados. Lo registrado es de una limpieza poco frecuente y desprovista totalmente de artificios. Art Blakey toca como nunca, con arreglos salvajes y memorables, mientras que Wynton Kelly y Paul Chambers esculpen el ritmo pero también se desmelenan cuando les toca. 

La portada, a dos tonos, disfruta de la genialidad de Miles y Wolff, aunque esta vez apoyándose más en la fotografía, que es sublime, con ese fondo negro habitual en las sesiones nocturnas del estudio de Nueva Jersey. El azul turquesa acentúa esa sensación bohemia y fluorescente, mientras que la tipografía con serifa gruesa transmite la idea de clásico eterno. Si no lo tienes, incita a la compra. Si lo tienes, te empuja a escucharlo una vez más. 

El sonido es absolutamente perfecto, nadie sospecharía que está grabado en 1960. Sin impurezas ni sobreexcitaciones. Incluso diría que para Rudy Van Gelder este disco está entre sus favoritos. Forma parte del primer lote de remasterizaciones para Blue Note, y se adivina un mimo especial que imprime al disco uno de los mejores sonidos de la serie.     

Treintaysiete minutos y medio de puro combustible para el alma. El tipo de la gabardina no bromeaba.

(Todas las audiciones de Viva Van Gelder se realizan a partir del CD original) 

4 comentarios:

  1. Cuántas cosas estamos aprendiendo sobre el jazz. Y qué bien contadas están.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de que sea de tu interés. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Hola, la remasterización de RVG es de 1998? Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola,
      Sí, "Soul Station" fue remasterizado en 1998 por Van Gelder y reeditado en 1999 dentro de la colección.
      Saludos.

      Eliminar